Al abordar la didáctica como objeto de
estudio, lo que habitualmente podría ocurrir es la sorpresa del descubrimiento,
sorpresa; pues a no porque se esté en contacto previo con la teoría pedagógica
no se tiene conciencia de la existencia de alguien tan fundamental para la
teoría y la práctica de la enseñanza como Juan Amós COMENIO y menos de su
Didáctica Magna a la que constantemente hace referencia LITWIN y es
sorprendente por dos razones una es que la Didáctica Magna tiene alrededor de
trescientos cincuenta años de haber sido escrita, la segunda razón es su
irrefutable vigencia en las prácticas docentes contemporáneas.
Al leer la primera cita de COMENIO en el
texto, sobre el sentido esencial de la enseñanza, afirma el monje didacta:
“Enseñar rápidamente, sin molestia ni tedio alguno para el que enseña y para el
que aprende, antes por el contrario con, el mayor atractivo y agrado para ambos”
(1) - Es gratificante encontrar que Comenio cree en que el aprendizaje y la
enseñanza deben también ser goce, disfrute, alegría de aprender.
La didáctica en el modelo virtual requiere
un alto componente de autonomía en la gestión de la información y en la
educación en sí de parte del estudiantado, esto suscita que las potencialidades
afloren pero que también se pregunte la sociedad y la academia, ¿si es
realmente un modelo didáctico poderoso para la formación universitaria y/o para
la instrucción instrumental de un saber, y/o para generar producción académica?
Los estudiantes de un modelo como el
virtual: deben construirse a sí mismos como voluntarios y permanentes auto
evaluadores de sus aprendizajes, junto con las didácticas del que disponga el
modelo. Es posible que ahí este una de las claves para fortalecer la calidad de
la educación virtual. Qué aprenden los estudiantes y cómo lo haga está
relacionado en gran medida con la didáctica que se maneje. Una buena didáctica en
cualquier modelo y la que requiere especialmente el estudiante de un modelo
como el virtual debe constar principalmente de dos aspectos, por un lado, esta
las tareas que les impongan los maestros deben ser claras y muy bien planeados
sus objetivos de aprendizaje y las metodologías posibles para realizarlo, por
otro lado, está la forma en que se realicen estas tareas, tema que solamente
está en el control del estudiantes y que resulta lo determinante a la hora de
la formación del estudiante virtual, sus tareas deben ser hechas mucho más a
fondo y con más convicción, empeño y sacrificio si se precisa pues de este
resultado no solamente tendrá una calificación, que resulta siendo lo más
accesorio, sino que obtendrá aprendizaje significativos.
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1 COMENIO, JUAN AMÓS. Didáctica Magna. Ed.
Educativo, Escrito entre 1628 Y 1632.
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